12.- Mala impresión

Esto era en verdad increíble, mi madre la que tanto odiaba las presunciones me estaba aconsejando que le restregara en el rostro a ese sujeto y a su plastica novia nuestro flamante Jaguar.

– ¿En serio? – pregunte sorprendida.

– Por supuesto hija.- dijo mamá.

– ¡Esto es sorprendente! , nunca creí vivir demasiado tiempo como para ver a Bella hacer uso de las propiedades de la familia – se burlo Tío Emmett.

– Cállate Emmet, esto es por mi hija – mamá le tiro un cojín que se hallaba en el sofá y este lo esquivo sin problemas.

– Gracias mamá – le bese su gélida mejilla.

– Es un placer amor – mamá me abrazo amorosamente.

– Bueno pues ya me voy, le dije al sujeto ese que iba en camino a su casa – dije.

– Que te vaya bien princesa – dijo mi Abu Esme.

– Suerte – mi tío Jasper me quiño un ojo.

– Eso espero – respondí

– Si hay problemas no dudes en llamarme…bueno en llamarnos – dijo Rose con un tono un poco preocupado, siempre hacia lo mismo cuando se trataba de mi.

– Claro, lo tendré en mente – le sonreí.

– Te acompaño a la puerta – dijo papá.

– No hace falta papá – le mire y acaricie su marmórea mejilla con uno de mis dedos – estaré bien y si algo no me gusta te llamare ¿de acuerdo?.

Papá respiro hondo.

– De acuerdo nena – se dio por vencido.

– Bien nos vemos en un rato, no pienso tardar mucho así que ya les contare como me fue…no esperen mucho de aquella charla – me despedí agitando mi mano.

Salí de la casa y me dirigí rumbo a garaje, este era enorme pues albergaba mas de siete autos y todavía quedaba lugar para algunos más. Cada año mi familia cambiaba de auto, por color, marca o por el mismo auto de nuevo diseño, pero nunca de los nuca o al menos en mis años de vida había visto que se quedara con el mismo auto mas de un año ..bueno sin contar a la vieja camioneta de mi madre.

No me tomo nada de tiempo buscar mi auto pues era imposible no verlo, me dirigí hacia el y lo contemple.

– Vaya – dije – esto es una grosería.

Era un auto hermoso, papá se lo había regalado a mi mamá hace escasos seis meses pero acababa de llegar a Forks pues con la mudanza no había quien lo trajera pero no contaban con la audacia de Alice quien contrato un remolque para que lo trajera hasta aquí así de fácil.

Todos loa autos de la familia tenían el nombre Cullen grabado en la parte costal de la cajuela a escasos centímetros del logotipo principal.

No sabía mucho de autos y para ser mas francos debería decir que no se nada de autos, apenas puedo distinguir una marca de otra y eso porque era demasiado obvio, lo que si sabia era que el Jaguar era de otro mundo, como si nosotros no lo fuéramos. Tenia unas llantas nuevas que envolvían unos lujosísimos rines, la pintura era de un color rojo sangre, nuestro propio Bloody Mery jaja, era convertible de dos plazas, era todo un estuche de monerías; todo hacia juego con el desde la tapicería de los asientos hasta el color del volante y el tablero sin mencionar las televisiones, computadoras y el sistema GPS que tenia, era perfecto hasta que descubrí algo que me hizo doblar las rodillas, ¡no era posible!

– ¡No puede ser! ¡ Oh por dios! – dije enfatizando cada una de las palabras –¡ ALICE!

Quien mas si no la excéntrica de mi tía Alice, no me había dado cuenta hasta este momento de que las manijas de las puertas así como el pequeño Jaguar en el cofre y el nombre Cullen brillaban demasiado.

– ¡Estas loca! –susurre asombrada.

Alice había mandado a tapizar el auto con cristales swarovski o eso pensaba yo pues al subirme al auto y decidirme a salir en camino encontré una nota en la gaveta que decía:

“ Por si te lo preguntas no son swarovski
Son Diamantes.

Alice.”

– ¡Diamantes! – grite y enseguida escuche la risita de mi tía – No es gracioso tía esto es ¡demasiado!

Encendí el auto y Salí de la casa, en pocos minutos me encontré en la autopista ¿ que le pasaba a mi familia? ¡diamantes! quien pone diamantes en su auto!, esto esta super loco bueno mi familia no esta muy cuerda que digamos.

Bueno era lago muy ..aunque desearía ver la cara de esa tipa y del tarado de su novio al ver mi super auto ¿quen es la muerta de hambre ahora?

Decidí no darle mas importancia al asunto de mi auto, así que pensé en otra cosa y esa cosa era mi Jacob, lo extrañaba demasiado y sola había pasado la mitad de un día sin vernos y ya me sentía sola y si no fuera por esa tarada ……bueno si no hubiera chocado con esa tarada, si así esta mucho mejor, en estos momentos me encontraría con mi Jacob
Paseando por la playa o tal vez en el bosque y después iríamos a comer a su casa y estaríamos juntos pero ¡noo! Estaba por llegar a la casa del ¡enemigo! Ese tipo que tan mal me caia.

– Argh! – dije.

Solo el pensar en esos dos me provocaba un algo que no soportaba y no sabia si era bueno o malo y además era obvio que ella me odiaba y resultaba raro pues en siete años nadie me había rechazado, se puede decir que todas las personas que me conocían terminaban sintiendo cierto cariño por mi, todos me amaban….bueno no todos y uno de ellos hasta me había insultado.

Me encontraba por el kilómetro 54 y de repente me acorde.

– Ahhh –dije en voz alta.

No me había dado cuenta que ¡traía la misa ropa! De seguro la tonta esa se cambio y se baño en su perfume favorito y yo estaba igual que cuando me vio esta mañana ¡que coraje! Pero ya no podía hacer nada pues ya estaba en el kilómetro 60.

Había una desviación casi parecida a la que llevaba a la residencia de los Cullen, la seguí y después me encontré con una hermosa casa, era grañidísima de un color blanco. Baje del auto, me dirigí a la puerta y toque la campanilla enseguida una chica me abrió.

–Residencia Schneider ¿puedo ayudarla? – pregunto aquella joven de no mas de 19 años por lo visto era la sirvienta de la casa.

– Ah si, busco a Adam – dije esquivando la mirada maravillada con la cual la joven me veía.

– Adelante – me abrió la puerta y la seguí – por qui por favor.

Seguí a la joven, la casa era grandiosa por dentro pero se percibía algo de soledad en ella. Llegamos a una puerta mas grande y nos detuvimos.

– Un momento por favor – dijo y luego anuncio – Señorito Adam lo buscan.

¡Señorito! Ajajaja que estupidez era eso jajaja me moría de la risa pero no podía ser descortés y menos en la casa del dueño “ el señorito Adam “ ajaja.

– Que pase – dijo la voz del señorito.

La joven salio y me pidio que entrara así que lo hice y a continuación cerro la enorme puerta.

– Bienvenida Renesmee Cullen – saludo.
– Gracias y tu casa esta muy linda – dije admirando los muebles.

– Me alegro que te guste, pero ponte cómoda anda siéntate – ofreció.

– Gracias – dije y me senté en el blanco sofá.

– Vaya que alivio – dijo sonriendo.

– ¿Alivio por que? – pregunte confundida.

– Pues – rió – no me he cambiado de ropa.

– Oh yo tampoco – dije algo molesta.

– Si ya me di cuenta.

Argh aguanta Renesmee aguanta!!

– Y tu novia ¿ no viene? – pregunte pues quería restregarle mi flamante auto.

– No, no creo que entienda de lo que hablaremos – se encogió de hombros.

– Pues no esperes que yo entienda mucho – dije jugando con mis manos.

– Pero entiendes ¿no? – pregunto sigiloso.

– Digamos que…– mire al techo.

– Del 1 al 10 – sugirió.

– Si te digo que 4 estoy mintiendo horrible – me encogí de hombros.

El comenzó a reírse.

– No te rías, no es gracioso – dije pero no estaba molesta por su risa mas bien me agradaba verlo reír.

– Cloro que no es gracioso – puso su mano debajo de su mentón.

–Bueno ya , te quiero pedir una disculpa y lamento lo de tu auto otra vez pero es que la bruja d. – ay no! Ups!! Se me salio!!!

Comenzó a reírse y luego se convirtió en una carcajada llena de vida, su rostro se ilumino por completo y esos ojos azules comenzaron a centellar. El era diferente podía sentirlo y me encantaba la sonrisa que mostraba.

– Te disculpo ..por ambas cosas – sonrío mostrando unos hoyuelos lindísimos.

– Oh pues gracias …humm te puedo hacer una pregunta? – dije esquivando su mirada.

– Claro adelante – acepto.

– ¿Qué hace un señorito en Forks?

– Ah eso, jaja, pues lo mismo que una mariposa en un oscuro bosque – miro al enorme ventanal que daba al bosque.

– Una mariposa en el bosque..se oculta para que no la casen ¿no? – pregunte.

– Así es – aseguro .

– No entiendo – le dije – te estas escondiendo ¿Por qué?

–Pues resulta que esta casa era propiedad de mi difunta madre y bueno mi padre se volvió a casar a hace un par de años y ….tengo una hermana menor la cual no es del agrado de mi madrastra y menos yo claro así que decidí traerla a vivir con migo a qui a este pueblo.

Vaya una gran responsabilidad tiene Adam pues cuidar de el debe ser complicado y mas con una hermana pequeña… pero es muy joven con 21 años puede encargarse de eso?!

– Wow debe ser difícil hee, pero ¿puedes hacerte cago de una menor con la edad que tienes? – pregunte.

– Pues claro que puedo tengo 24 años –dijo mirándome .

– 24!! Años no es cierto te ves mas joven – dije sorprendida.

– Pues gracias jaja.

– Nunca me imagine que estuvieras en este pueblo por tu pequeña hermana………

– Que te imaginaste – solicito.

– Bueno..pues que no se .. que eras un niño rico y arrogante que venia a pasar unos días en su grañidísima casa – dije apenada.

– Así que esa es la impresión que deje en ti hee – dijo pensativo.

– Si pero bueno con la novia que tienes cualquiera diría lo mismos – me defendí

– Claro, supongo que tienes razón – una estela de dolor traspaso su hermosos rostro y embargo mi corazón.

– Pero al parecer las personas se equivocan – dije mirándolo.

– ¿Qué quieres decir? – pregunto algo fuera de si.

– Bueno que aveces las personas juzgan mal a otras y no siempre son lo que ellos creen que son… para ser mas precisos creo que eres un gran chico al venir a qui solo por el bien de tu hermana y creo que no tienes nada que ver con tu novio eres totalmente diferente – dije sonriendo .

Se quedo muy quieto pero su rostro adopto una hermosura como la de los ángeles llena de vida, amor y comprensión.

– Quisiera presentarme de nuevo – sugirió.

– Por supuesto, será lo correcto – dije aceptando su oferta.

– Mi nombre es Adam Schneider.

Me dio una mano y yo la tome.

– Soy Renesmee Cullen – dije apretando su mano.

– Es un placer Renesmee – dijo mostrando eso lindo hoyuelos mientras sus ojos azules titilaban al mirarme.

– Para mi también Adam.